No escribo para todos
Actualizado: 15 nov 2020
Sí, lo sé. Algunos me habéis dicho que "Lo que prefiere la nieve durante el verano" es maravilloso. Otros que habéis llorado. A otros, os ha retrotraído a vuestra infancia, a vuestro pueblo. A vuestro primer amor. A aquella señora que os cuidaba cuando eráis pequeños.
Otros me habéis comentado que quizás, la historia es un poco lenta al principio. Que no os habéis enganchado hasta casi mitad del libro.
Bien, os explico mi forma de escribir.
Me gustan las historias que se cuecen a fuego lento. Sin artificios, ni golpes de efecto facilones para haceros leer un capítulo más. Primero, porque no soy capaz. Porque me gustan las historias reales y en la vida real, las cosas son poquito a poco y a lo largo del tiempo.
En segundo lugar, porque ninguna historia real os hará sentir, si no conseguimos empatizar con los personajes. Y para ello, si los personajes son reales, necesitamos conocerlos y saber qué, cuándo y por qué, sus vivencias les han llevado a ese punto de la historia.
En la vida real no hay gigantes verdes, ni amores platónicos. Puede haberlos. Pero normalmente les anteceden polvos chusqueros en el interior de un coche, momentos difíciles y tiempos aburridos.
Pienso que hacer sentir a través de la palabra, pero sentir de verdad, lleva un trabajo no solo del autor, sino del lector. Una puesta en escena, una reflexión y un estado de ánimo.
Para emocionaros, necesito vuestro tiempo. Lo siento. No sé emocionar de otra manera. Quizás sea falta de talento. O falta de imaginación. Pero solo sé que la comida está más sabrosa, cuanto más tiempo pasa al fuego. Necesito libros que se cocinen, sin quemarse.
¿Os atrevéis a cocinar conmigo?
